nota editorial enero 2013
 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA 

Terminamos un año que quedará registrado en la historia de la Mutual, como el inicio de una transformación trascendente, que tal cual lo señalan los más afamados gurúes de la Administración de Empresas, suele ser siempre producto de crisis circunstanciales, que motorizan innovaciones y decisiones, muchas veces postergadas por distintas razones.

El 2012, será entonces, recordado porque durante su transcurso, se dio el puntapié inicial para importantes determinaciones en materia de nuevos servicios para las familias asociadas, quizá en un número y variedad poco comunes y que, como habitualmente ocurre en nuestra Organización, responden a los requerimientos siempre crecientes atendidos permanentemente por la Comisión Directiva.

Así fue que se implementaron, sucesivamente, los referidos a Ahorro Mutual, Microcréditos, Planes Familiares de Salud, Seguros de distinta índole, distinguiéndose entre ellos, el relacionado con nuestro Servicio de Salud, con cobertura de internación y la atención de la media y alta complejidad, Tarjeta de Crédito y Débito con uso intensivo y en preparación, la propia de la Mutual. Bueno es decirlo que todos ellos, han sido oportunamente pensados y analizados y que estuvieron pendientes de implementación, hasta el momento adecuado por las condiciones existentes en la Mutual.

No es menor la importancia que reviste el éxito obtenido en todas estas nuevas prestaciones y se vislumbra que, progresivamente, el desarrollo y la evolución positiva, que vayan experimentando en el año 2013, harán posible lograr la anhelada superación de la “código-dependencia”, sistema que durante muchos años significó por su eficiencia operativa, es justo reconocerlo, la base del progreso de nuestras Mutuales.

Lamentablemente, el deterioro sufrido, por motivaciones ajenas a la voluntad de las mutuales usuarias del sistema, en la vinculación con los organismos del Estado nacional, provincial y municipal, otorgantes de esos códigos, convirtió a esta herramienta en insegura e ineficaz, al punto tal que produce actualmente, serios inconvenientes económicos a innumerables entidades afectadas por la impredecible actitud de quienes ostentan el poder y la facultad para disponer la continuidad en la relación de las partes intervinientes.

Por otra parte, la instalación de una nueva modalidad, que ha comenzado a partir del año 2012 con auspicioso resultado, que es el cumplimiento de las obligaciones de todos los componentes de la Mutual, convirtiendo en voluntarios los aportes de cuotas sociales y de servicios, mediante medios de pago alternativos, hace más fuerte y sustentable a la relación entre sus integrantes, poniendo de relieve al principal valor que sustenta a la organización que es, sin ninguna duda, la solidaridad, estado ideal que la Comisión Directiva ha promocionado constantemente, cumpliendo así el precepto prioritario del sistema mutualista.

Es decididamente a partir del 2012, que se produjo una renovación cultural, que sin abandonar en modo alguno los principios y valores del mutualismo, transforma la visión y multiplica los alcances de una inteligencia enfocada, sustancialmente, en la modernización y la optimización de la potencialidad de nuestra Mutual y como tantas otras veces en el pasado, la impulsa a enfrentar con valentía y estudiada estrategia institucional, los avatares de una condición política y socio-económica de enormes complicaciones, nacidas del desconocimiento increíble de las bondades del sistema mutualista.
Indudablemente, el proceso critico del año que ha concluido, ha creado, como en casos similares anteriores, nuevas oportunidades e incentivó la imaginación creativa en búsqueda de rumbos diversos que potenciaron la asombrosa reacción de la Mutual, contando para ello con la invalorable fortaleza de su estructura funcional, su sana administración y fundamentalmente con la riqueza de su capital humano, conjunto de virtudes que le permitieron sobrellevar difíciles momentos, siempre superados por la capacidad de renovación puesta invariablemente de manifiesto.
Por cierto que es necesario entender, que de cada una de esas crisis recurrentes que debió vivir nuestra Organización, surgió junto a la mencionada renovación de la modalidad en la prestación y en la calidad de los servicios, el establecimiento de una nueva cultura que, como se ha dicho, sin renegar de ningún principio o valor preexistente, hizo nacer otra Mutual, quizá más moderna, más eficiente, más organizada, más independiente y autosuficiente y sobre todo, consolidando cada vez más a la vigente SOLIDARIDAD.